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Los orígenes de la Facultad de Humanidades están ligados al Decreto 2.756 de 1944 que creó el Instituto Pedagógico Técnico, con el objetivo de formar profesores. Ya en la década del setenta, pasa a llamarse Facultad de Educación, y en 1986, con motivo de la nueva estructura de la Universidad de Santiago de Chile, cambia a su nombre actual. Hoy la facultad tiene una identidad diversa y una cobertura amplia. Está compuesta por los departamentos de Educación, Historia, Lingüística y Literatura, Filosofía, y de Estudios Políticos, además de las escuelas de Periodismo y Psicología, cuyas carreras, en total, agrupan a más de dos mil alumnos y cuyos cursos de postgrado, suman otro millar de estudiantes. El Dr. Marcelo Mella Polanco, decano de la Facultad de Humanidades, opina que “la nuestra es una facultad heterogénea y creo que ahí está su riqueza. Primero, orientada a la formación de profesores, paralela a la historia del país y que constituye la mitad de las carreras de pregrado. Luego, abierta a las Humanidades, con disciplinas como Filosofía, Literatura y Lingüística. Y más recientemente, enfocada en el desarrollo de las Ciencias Sociales con una fuerte orientación a los asuntos públicos”. No es un misterio que la prioridad del actual decanato ha sido el mejoramiento de la oferta de posgrado. En los últimos seis años, la Facultad de Humanidades ha aumentado sus programas acreditados de un 15% a un porcentaje superior al 80%. Esto se ha realizado bajo los planes de desarrollo de los propios departamentos y escuelas, pero también en sociedad con el Instituto de Estudios Avanzados.
Dentro de esta oferta se encuentran tres programas que son administrados vía EFUSACH: el Magíster Psicología Educacional de la Escuela de Psicología (acreditado); el Magíster en Educación Mención Currículum del Departamento de Educación (pronto a culminar su proceso de acreditación); y el Magíster en Ciencias de la Comunicación de la Escuela de Periodismo (en proceso de acreditación). “Me gustaría recalcar que este proceso de mejoramiento que ha caracterizado a la facultad, con números interesantes en materia de aumento de programas acreditados, hoy nos permite garantizar calidad tanto a nivel de pregrado como a nivel de postgrado. Una parte de ese proceso se ha hecho en coordinación con EFUSACH y hemos tenido toda la colaboración para dar el soporte de gestión, garantizando los mismos estándares de calidad de los postgrados que se administran con presupuesto interno”, sostiene. Asimismo, existe una segunda línea de desarrollo relacionada a la Asistencia Técnica y Consultoría, con énfasis en lo comunitario y educacional. En este punto existe una vinculación permanente con EFUSACH de parte de las unidades de la facultad en el desarrollo de proyectos con instituciones públicas y privadas. “Siendo una facultad eminentemente académica, entendemos que el impacto de nuestro quehacer debe tener una incidencia práctica, de conocimientos aplicados en la sociedad”, explica. Finalmente, la Facultad de Humanidades ha adoptado como propia la necesidad de participar en los ámbitos de la Educación y Formación Continua de los profesionales que hoy se encuentran en el mercado, particularmente en lo que respecta al perfeccionamiento de profesores y profesoras, considerando las grandes orientaciones de la política educacional que rige la Carrera Docente. “Tenemos iniciativas en el ámbito de la formación ciudadana, un nuevo elemento que se ha incorporado con mucha fuerza en el currículum escolar en los últimos años, las que buscan certificar nuevas competencias y que tendrán continuidad en los próximos años. Es una tarea que la facultad debe realizar en la lógica de contribuir a los procesos más relevantes que vive el país”, concluye. |
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